Romanos 8:26-27
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 más el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Buenas tardes amados hermanos en la fe y amigos que nos leen, sea nuestro señor Jesucristo llegando a sus vidas.
Hoy el mensaje que nos ha dado Dios es muy maravilloso y sobre todo muy pero muy alentador para nuestras vidas y es la confirmación que no estamos solos en esta batalla.
Que mayor aliento para nuestras vidas podrá ser mejor que tener la certeza que no enfrentamos esta carrera de la fe solos, que nuestra ayuda y sustento es nada mas y nada menos que el Espíritu Santo, aleluya; si hacemos un poco de memoria los versículos de hoy nos demuestran el cumplimiento de la promesa que el mismo Señor le dio a sus discípulos poco antes de partir Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. Juan 16:12-13 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. 13 pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. gloria a Cristo, era imperativo que el Espíritu Santo viniera a continuar la obra en nuestras vidas, pues sin su ayuda no podríamos llegar a la meta, por que su obra en nuestra vida es llevarnos a la estatura de Cristo que es la perfección del ser humano.
Por lo cual el apóstol Pablo le escribe a la iglesia en roma una carta donde les alienta a sobre llevar los momentos difíciles por los cuales estaban pasando y les da una analogía que estas no son nada comparadas con la gloria y la majestad de la salvación una vez entremos al cielo Romanos 8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Nos anima a dar la batalla de la carne porque nuestra victoria está en el espíritu no en la carne, sabiendo que el mismo Espíritu Santo nos ayuda en los momentos de debilidad tanto así que aun en nuestras oraciones ahí está dirigiéndolas para que estas lleguen al Dios Padre versículo 26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Amen gloria a Dios.
Hermanos este camino no es para nada fácil, pero tenemos la mejor garantía que Dios nos puede dar, el Espíritu Santo, ahora está en nosotros dejar que nos dirija ya que Dios no obliga al creyente, la obra del Espíritu en nuestra vida es perfecta el nos cuida día a día nos alerta de los peligros y asechanzas del enemigo, cuando vamos a la escritura por guía es quien nos la revela para ayudarnos a crecer y fortalecer nuestra bases doctrinales para estar firmes, recordemos que la doctrina es fundamental en el creyente porque si no será como la tierra infértil donde cae la palabra y no da su fruto.
Querido lector la obra maestra del Espíritu Santo en nuestras vidas es un trabajo en conjunto usted y yo debemos dejar que el actúe, obedecerlo, saber escuchar su voz y dirección por que solo así podemos crecer y seguir en victoria, sé que no es fácil porque las aflicciones del mundo nos pueden hacer dudar pero afirmémonos en la dicho por el apóstol Pablo nada que nos ocurra es comparable con la gloria venidera, esa es nuestra meta, entrar al cielo y ver a Dios cara a cara para adorarle por la eternidad. Amen gloria a Cristo.