
Aspectos Generales
La Iglesia Cristiana de la Fuerza Pública I.C.F.P., comenzó a gestarse en la célula de oración cristiana, la cual se realizaba con un grupo de hermanos de la Fuerza Pública de diferentes congregaciones del cristianismo, en una vivienda fiscal del Conjunto Residencial El Cuartelillo, de la Escuela Naval de Suboficiales A.R.C. “Barranquilla”. Nuestro Señor Jesucristo nos unió sin distingo denominacionales con un mismo propósito, orar por los miembros de la Fuerza Pública y sus familias.
En una de estas reuniones de oración, Dios nos profetizó sobre la creación de una iglesia cristiana evangélica dentro de la Fuerza Pública, profecía que fue confirmada en los servicios de culto cristianos no católico que se realizaban los domingos en la Escuela Naval de Suboficiales, los cuales iniciaron el 8 de abril de 2001. En los primeros servicios de culto, Dios le dio una visión a un joven militar, donde le mostraba muchas personas con diferentes uniformes que estaban reunidos debajo de un árbol grande, frondoso y de mucho fruto, alabando y glorificando a nuestro Señor Jesucristo.
Dios nos ha hablado de diferentes maneras, mostrando que la oración y el ayuno del pueblo cristiano y los miembros de la Fuerza Pública que han abierto sus corazones a Dios, aceptando a Jesucristo como su salvador, viviendo conforme a las enseñanzas bíblicas con la guía del Espíritu Santo, son importantes para la paz y seguridad de nuestro país, para doblegar al enemigo física y espiritualmente. Igualmente, una vida espiritual fortalecida se va a reflejar en una paz interior, influyendo positivamente en el bienestar, desarrollo de las capacidades y aporte que la persona hace en la sociedad.
ORGANIGRAMA

Como llegamos hasta aquí
Por profecía y revelación de nuestro Dios y Padre Jehová de los Ejércitos, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y su Santo Espíritu, nuestro Consolador.
Por experiencias personales vividas dentro de la Fuerza Pública, en la necesidad de la asistencia pastoral y orientación espiritual a los Cristianos no Católicos, y la ausencia de la misma.
Estudio e investigaciones con sustento bíblico de situaciones basadas en testimonios reales de miembros de la Fuerza Pública y otras fuentes de ayuda, que indican el mover espiritual maligno que influye en algunas personas en su vida espiritual, emocional, y sentimental, generando perdida de valores, principios, moral, ética y espiritualidad.

VISIÓN
Expandir, Crear, Organizar y Conducir en forma permanente las iglesias, congregaciones y células, en todo el territorio nacional y extranjero, teniendo una iglesia santa y consagrada, orientada a hacer la voluntad de Dios, produciendo frutos que faciliten los procesos de evangelización, desarrollo y mantenimiento de la sana doctrina.
La visión aplicada al interior de la Fuerza Pública, es evangelizar y llevar la palabra de Dios a todo aquel que la quiera recibir, sin coacción ni imposición, que el miembro de la Fuerza Pública viva la palabra de Dios, que exista coherencia entre la fe religiosa que profesa y el comportamiento ante sus superiores, compañeros, subalternos y población civil, y sea una persona santa (excelencia) en todos los aspectos de su vida.

MISIÓN
Cumplir con denuedo la gran comisión de dar a conocer el evangelio de Cristo a toda persona, para que pueda obtener el perdón, liberación espiritual, paz, felicidad, bendición y vida eterna, mediante la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo a través del Espíritu Santo, desarrollando toda esta actividad por medio de los diferentes ministerios y dones que Dios Jehová le ha impartido a su iglesia, empleando todos los canales de comunicación posibles, tomando como punto de partida la restauración y fortalecimiento de la persona y su familia el cual es el núcleo central de nuestra sociedad.
Siguiendo la gran comisión de nuestro Señor Jesucristo, la Iglesia Cristiana de la Fuerza Pública I.C.F.P, tiene como misión prestar la asistencia pastoral y orientación espiritual a los miembros de la Fuerza Pública Cristianos no Católicos y sus familias, en las diferentes unidades del territorio nacional donde se encuentren laborando, para fortalecer y mantener los valores, principios, ética, moral y espiritualidad, proveyendo una atención oportuna, eficaz y sistemática, que permita alcanzar un desarrollo integral, para establecer la paz interior en lo espiritual, emocional y sentimental, redundando en su vida personal, familiar e institucional.