JUAN 1:9-12
Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Cada día con mucha frecuencia escuchamos la expresión, “todos somos hijos de Dios”, esta es una expresión que el enemigo a logrado difundir en todo el planeta, ya que esta genera una confianza “vacía, el ser humano la acoge y en base a esta crea y diseña un dios personal perfecto, adecuado a sus placeres, que no sea tan duro y rígido con sus deseos carnales, que todo lo que su conciencia o la sociedad rotule como “bueno” este dios los acepte, con esto ya puede vivir tranquilo y cuando parta de este mundo el cielo sea su próxima morada; pero al final es una verdad vacía porque esta misma esta mas lejos de la realidad que nos enseña la palabra de Dios en el texto de hoy versículo 12: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios… aleluya lo leyó claramente y de forma contundente la palabra nos indica que para tener la potestad de ser llamados hijos de Dios debemos recibir a Cristo su unigénito y nuestro Señor y salvador personal, de igual manera Pablo escribió 1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. El mismo Jesús declaro Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Al conocer esta verdad absoluta, se cae la mentira que el diablo a logrado imponer en muchos, esto nos da una visión mas clara de quienes somos y cual es el camino para llegar a Dios y acceder a su presencia en el cielo, recordemos que cuando Nicodemo hablo con el Señor él era una de estas personas que creían tener el cielo ganado, el creía tener la vida eterna pero el Señor le declaro “debes nacer de nuevo”.
Nacer de nuevo es la piedra en el zapato para muchos, es dejar el viejo hombre el cual esta arraigado en los deseos de la carne, es dar un giro en 180 grados a nuestra vida y eso va en contra todo lo que quiere el ser humano, nos encontramos de cara con el Dios verdadero que condena el pecado que hay en nuestras vidas y nos llama a ser sus hijos, pero no podemos seguir en la condición que estamos. Jesús le dijo a Nicodemo en Juan 3:6 lo que es nacido de carne, carne es; pero lo que es nacido de Espíritu espíritu es; ciertamente todos somos creación de Dios, la biblia es clara en eso, el universo y todo lo que hay en el incluido nosotros somos su creación, pero hijos ese calificativo maravilloso que Dios da a algunos hombres solo está disponible para los que hemos decidido aceptar que Cristo es el camino al Padre, reconocemos nuestro pecado y le pedimos su perdón, dejamos que dirija nuestras vidas como nuestro salvador hacia la vida eterna. Amen. Dios les bendiga.