Juan 3:3
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
El ser humano vive su vida bajo sus principios y convicciones personales formadas por su criterio, la sociedad y el mundo en general. Pero debido a que nacemos con una naturaleza pecaminosa por el pecado de Adán y Eva Juan 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.
Esta naturaleza nos hace contrarios a Dios, nuestros sentidos espirituales están perdidos, somos presa fácil del enemigo, de tal manera todos los seres humanos debemos experimentar esto que le enseño el Señor a Nicodemo y es nuestro texto de estudio hoy “un nuevo nacimiento”.
Pero a igual que Nicodemo la mayoría de personas no comprenden cual es el sentido de nacer de nuevo, nacer del Espíritu que es a lo que se refiere el Señor, esto lo explicó claramente al Apóstol Pablo en Romanos 8:5-8 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Debemos dar prioridad al nacimiento nuevo en nuestras vidas, vivir y dejarnos guiar por el Espíritu Santo que viene a morar en nosotros en el momento que tomamos la decisión de permitir que Cristo dirija nuestras vidas y nos salve de la condenación eterna.
Tomar esta decisión no es una tarea fácil ya que estamos unidos al mundo por el pecado y los deleites de la carne que nos atan, el enemigo estará enviando dardos de fuego a nuestra mente para confundirnos, cuando el joven rico escucho lo que tenía que dejar para poder heredar la vida eterna en su encuentro con el Señor Jesucristo, la escritura dice que se fue triste por que tenía muchas posiciones Marcos 10:21-22 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Es imperativo dejar todas las cosas que nos atan a este mundo y dejar que Cristo crezca en nosotros, nos forme a su estatura, recordemos que solo El, es el camino al Dios Padre, pero es necesario nacer de nuevo en agua y Espíritu. Amen Dios les bendiga