LOS FRUTOS DE LA OBEDIENCIA

Lucas 5:4-7

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 

Buenos días amados hermanos en la fe y amigos que nos leen, paz y gracia de nuestro señor Jesucristo sea a sus vidas, hoy Dios nos enseña el alto valor de ser obedientes a Él.

El texto de hoy nos muestra un escenario complejo, Simón quien después sería llamado Pedro y sus compañeros eran pescadores experimentados, su vida la habían dedicado a perfeccionar el arte de la pesca artesanal, ya que de allí provenía el sustento de sus hogares, es posible que en ese tiempo tendrían algo muy parecido a lo que hoy conocemos como una cooperativa de pescadores ya que ellos no salían solos versículo 10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón, lo hacían en grupos de dos o tres barcas, por lo cual al acercase Cristo y solicitar su embarcación para usarle como plataforma para predicar a la multitud era algo un poco difícil ya que ellos venían de una faena de pesca nocturna y estaban cansados, pero muy seguramente ellos ya habían oído sobre Jesús ya que su fama iba creciendo día a día por todas la regiones que visitaba Lucas 5:15 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades; posiblemente por curiosidad Pedro cedió a la petición del Señor a pesar del cansancio, sin sospechar el evento que se avecinaba para su vida.

Al termino el Maestro le hace una segunda propuesta, versículo 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar, tremenda propuesta, en la mente de Pedro Jesús paso en un segundo de ser un maestro de la ley a un pescador más experimentado que ellos, pero a pesar de lo contrario de la situación vemos que Pedro obedece, sabiendo la realidad el momento, no habían pescado nada en toda una noche, pero ahora desconocido llamado Jesús, le proponía que intentara una vez mas pescar en ese mismo lugar; pero contra todos los pronósticos, lo que su ego, mente, cuerpo y posiblemente sus compañeros podrían opinar Pedro obedece al Maestro.

Así es nuestra vida, desafortunadamente desarrollamos un espíritu de autosuficiencia, que en lugar de acercarnos a Cristo nos aleja, creemos sabérnoslas todas en nuestro campo laboral y en muchos otros, pero esta enseñanza nos da claridad que ni a un en nuestro campo de mayor conocimiento y donde hallamos podido obtener las mejores competencias laborales podremos ser superiores a Cristo, piense por un momento todo lo que podría estar pasando por la cabeza de Pedro en ese momento, pero un acto de obediencia basado en su fe interior, le llevo a obedecer y recoger los frutos.

Pues en nuestra vida cuando tómanos la decisión de obedecer a Cristo y dejar las consecuencias en sus manos, el resultado será igual al que obtuvo Pedro, su barca se hundía sus redes se rompían, nunca en toda su vida de pescador había visto una pesca de esa magnitud, pues este mismo alcance quiere Dios dar a nuestras vidas, ahora no se trata solamente de lo material se trata de una bendición integral en nuestras vidas, no podemos asociar todas las bendiciones de Dios al dinero, Dios primeramente quiere hacernos una nueva criatura y llevarnos a la estatura de su hijo Jesucristo pero todo inicia en la obediencia, guardar y poner por obra a su palabra Juan 14:23-24 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. 24 el que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. Aleluya lo leyó bien, la obediencia a Cristo hace que el mismo Dios llegue a morar en nuestras vidas.

Es el momento si usted no lo ha hecho aun, entregue sus deseos a Cristo obedezca el llamado de Dios a su vida, deje que la escritura se haga realidad en su vida, posiblemente usted ahora mismo este atravesando el mismo escenario que Pedro, cansado de intentar atrapar peces no una sola noche si ni muchas, sus fuerzas puede que estén bajas, su ánimo no sea el mismo, pero recuerde nada de esto detuvo a Pedro, cedió su barca para que el maestro se subiera a ella, escucho la enseñanza y procedió a dar un paso de fe al obedecer a Jesús aunque su razonamiento humano decía lo contrario, si usted da ese paso de fe, vera los frutos de la pesca milagrosa que cosechara en su vida, no habrá barcas ni redes para contener todas las cosas buenas que Dios tiene reservadas para aquellos que hacen de la obediencia a su palabra un pilar de sus vidas. Amen gloria a Cristo.

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