SOMETERNOS A DIOS

Mateo 26:36-39

Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. 37 y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38 entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. 39 yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

Bendiciones hermanos en la fe y amigos que nos leen, sea nuestro señor Jesucristo añadiendo felicidad y paz a sus vidas.

El tema que Dios nos ha colocado el día de hoy es muy controversial para el ser humano, e inclusive dentro de la misma iglesia es algo que afecta a muchos. A la atura de estos versículos la escritura nos muestra que se acercaba la hora en la cual el Señor seria capturado y esto desencadenaría una serie de eventos y padecimientos terribles, por lo cual del Señor toma la decisión de ir con los discípulos a un lugar muy conocido y visitado por ellos y en donde el acostumbraba a tener periodos de oración versículo 36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro; he aquí la primera enseñanza de este pasaje “nuestra actitud ante la adversidad siempre debe ser ir a los brazos de Dios en busca de su cuidado y protección”.

Debemos recordar que en la persona de Jesús convergen dos naturalezas perfectas, un Dios y un ser humano perfecto, el hecho de ser el hijo del Dios Padre y conocer todo lo que iba a ocurrir causo que su naturaleza humana que se entristeciera versículo 38 entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo… tremendo por eso Cristo nos entiende perfectamente en todo lo que nos pueda acontecer, las emociones y sentimientos no son ajenas a Él, ya que las conoce desde todos los aspectos, creación al ser Dios y creador de todas las cosas y padecimiento al vivirlas de forma personal durante su vida y ministerio; pero no importa cuál sea la situación que estemos pasando debemos aprender del Señor, siendo el Hijo de Dios fue y clamo para darnos una de las enseñanzas mas valiosas en la escritura y nuestra enseñanza central de día de hoy, versículo 39 yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú; amen gloria a Cristo.

Debemos tener el mismo sentir del Señor, ¿si el mismo se somete al señorío y voluntad del Dios Padre, cuanto más nosotros sus discípulos hombre débiles e imperfectos por el pecado? Amen, esto ha sido siempre un obstáculo gigantesco para la humanidad, nuestra carne nos lleva a querer ser autodependientes de nosotros mismos, de nuestras capacidades y recursos propios, por lo cual la idea de someterse a un Dios invisible no es una buena idea para el hombre.

La escritura esta llena de muchos ejemplos de esta naturaleza la cual dicta que no necesitamos a Dios, el mismo faraón es una prueba, cuando Moisés fue a él y le notifico la voluntad de Dios, se reusó a someterse y ya sabemos cuáles fueron las consecuencias. Los padecimientos, falsos testimonios y acusaciones levantadas por el sanedrín, fariseos, saduceos y el sumo sacerdote para llevar a la cruz a Cristo son el producto de no someterse a Dios, ellos como conocedores de la ley sabían de primera mano que al aceptar a Cristo como el Mesías toda su autoridad y privilegios quedaban a un lado porque el Mesías tendría todo el privilegio ahora y los ritualismos en el templo y su autoridad con el pueblo llegarían a su fin, por lo cual deciden no someterse a Cristo y sus enseñanzas, ahora ya sabemos de antemano cual es el resultado para estos.   

Hoy Dios nos llama a tener esa misma actitud de Cristo, Filipenses 2:5-8  Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Todos los seres humanos que hemos tomado la decisión de dejar a Dios dirigir nuestras vidas debemos menguar para que El crezca en nosotros, su voluntad para nuestras vidas debe ser nuestra prioridad, observe que Cristo no busco excusarse delante de Dios, por el contrario, se fortalece en el Padre y enfrenta una muerte, cumple el plan maravilloso de redención trazado por el Padre para restaurar la comunión entre Él y los seres humanos.

Ahora es nuestro turno Cristo nos enseño esa noche en Getsemaní, debemos hacer lo mismo en oración ir a El y decirlo desde lo mas profundo de nuestros corazones “señor Jesús no se haga mi voluntad si no la tuya”. Amen gloria a Cristo

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