DIOS SIMPRE DARA BUENAS COSAS

Mateo 7:7-12

7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 12 así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

¿Estimado amigo usted ha considerado lo bueno que es Dios en su vida? El pasaje de la escritura que estudiamos hoy nos revela una gran verdad que muchas veces es mal interpretada, esta es muy controversial y en ocasiones causa que el creyente crea que Dios no le escucha o no le quiere, está relacionada con lo que dice el verso 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Ahora este verso no se puede aplicar de forma literal al ser humano, por lo cual debemos considerar algunas verdades doctrinales:

1.- Recordemos que todos somos creación de Dios, pero no todos somos hijos de Dios Juan 1:12-13 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Amen, solo los que hemos creído en el evangelio y en la verdad maravillosa de que el señor Jesucristo es el Hijo de Dios y nuestro salvador personal somo convertidos en hijos de Dios y sus promesas tendrán efecto en nuestras vidas.

2.- No sabemos elevar nuestras peticiones a Dios Santiago 4:2-4 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Amen, no podemos creer que podemos utilizar a Dios para que el satisfaga nuestros deleites personales y más si estos están más ligados al mundo que a Dios y vivir una vida que agrade a Dios, el hijo de Dios debe mantener un equilibrio total entre su vida espiritual y su vida personal, no pueden ser dos vidas, debe ser una sola que agrade a Dios nuestro principios y valores deben ser los que enseña la escritura no los del mundo, mire lo contundente y claro que es el verso 4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿Como puede una persona que ama más al mundo que a Dios recibir algo del Dios? Es totalmente contrario este pensamiento por eso no recibimos lo que pedimos.

3.- Por último, consideremos la gran piedra que es dudar en nuestras peticiones cuando oramos: Santiago 1:6-8 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Amen, estimado amigo y hermano en la fe, Dios tiene el poder para suplir lo que el considere que requerimos y lo que pidamos en oración debidamente orientado a que cumpla estos criterios que hemos mencionado, solo Dios es Omnipotente nadie más en el universo tiene este atributo es exclusivo de Dios por lo cual nada es imposible para Dios.

Si cumplimos estos requisitos y llegamos con un corazón dispuesto en oración a Dios tengamos por seguro que Dios a su tiempo nos dará la respuesta a lo que pedimos, ahora nuestras peticiones deben estar alineadas a su buena y perfecta voluntad, por que si no la respuesta a un que siempre será lo mejor que Dios nos va a dar, posiblemente no sea lo que estemos esperando. Amen gloria a Cristo.

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