EL AMOR INCONDICIONAL DEL CREYENTE

Juan 13:34-35

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35 en esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Esta declaración del señor Jesús a sus discípulos contiene un mensaje maravilloso, la demostración mas grande de amor que el ser humano puede hacer es a otro y si es un enemigo a un mayor será.

Por que decimos esto, se preguntara usted y no es una pregunta suelta tiene mucho sentido pero si leemos unos versos más arriba en este mismo capítulo encontraremos la raíz de esta afirmación en el versículo 21 Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 

El señor Jesús amo a sus discípulos con el amor ágape que proviene del Dios Padre y aun conociendo la realidad de lo que había en el corazón de uno de ellos Judas Iscariote nunca dejo de amarlo, le dio un trato totalmente igual que el que le diera a Pedro, Juan o Santiago por mencionar; ahora conociendo esto la pregunta para nosotros seria ¿estaríamos dispuestos a tratar y amar a una persona de esta misma manera, si supiéramos que nos causaría daño mas adelante e incluso una traición al nivel de la que hizo Judas?

De este amor es que habla el Señor en el pasaje bíblico de hoy, los seres humanos tenemos la necesidad de dar amor condicional, muy pocas veces se da incondicional, está muy reservado a hijos, familiares muy cercanos y padres, pero cuando metemos en la ecuación a otras personas cambia totalmente la situación. El señor nos enseñó hoy que nuestro amor debe ser igual al que él manifestó, si somos sus discípulos debemos crecer en este sentido dar este fruto del amor es esa misma expresión recordemos que el amor es el primer fruto que el Espíritu Santo quiere producir en nosotros Gálatas 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Leyó bien al final contra tales cosas no hay ley, por lo cual el amor de Dios nos dará la plenitud en Cristo Efesios 3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Amados debemos trabajar en estas áreas, menguar como dice la escritura Juan 3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. Amen gloria a Cristo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *