Hebreos 11:1-3
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
Abraham es considerado el padre de la fe, pero tal reconocimiento fue producto de una gran prueba de la cual salió victorioso. a menudo en nuestra vida atravesamos por situaciones de angustia y dificultades en la cuales creemos que nuestras fueras desmallan ante las mismas, pero la palabra nos enseña “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.” Salmo 37:5; aquí está la respuesta confiar en el señor y esto lo hacemos a través del desarrollo de nuestra fe.
La palabra de Dios está llena de ejemplos de esos que fueron más allá y su fe les dio la victoria, en mateo 15:21-28 vemos un gran ejemplo, esta mujer le mostro su fe al señor de tal manera que incluso maravillo al señor que exclamo “Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora” versículo 28.
Otro gran ejemplo de la fe lo encontramos en mateo 8:5-13, este hombre reconoció la autoridad del señor y además mostro su fe en el cuándo le dijo que no era necesario que fuera hasta su casa y como estamos descubriendo el señor Jesús nuevamente declara que su fe le da la victoria “Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora” versículo 13.
Para vivir por la fe necesitamos estar cada día conectados a ese rio de agua viva que está en nosotros el Espíritu Santo, quien nos ayuda a desarrollar cada día una fe más y más grande; pero se requiere gran confianza y determinación para crecer en fe, ya que estamos llenos de emociones y sentimiento que muchas veces no pueden hacer dudar, pero nuevamente la palabra nos da la solución, “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” Jn 16:33.
Hermanos nuestro caminar en las sendas de justica es un camino que debemos recorrer todos aquellos que hemos aceptado al señor Jesús como nuestro salvador, no será fácil pero recordemos que en Cristo somos más que vencedores!!!