Jn 8:36
“Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”
Cuando el Señor pronuncio esta declaración, a las personas que lo escucharon ese día se les hizo difícil entender que Él estaba hablando de sí mismo. Lo cual no tiene nada de extraño, pues todavía no había muerto en la cruz ni resucitado de la tumba. Sin embargo, la trágica verdad es que a veces nosotros estamos igual de confundidos, aunque sabemos cómo termina la historia.
Es fácil olvidar la promesa de Dios de una vida abundante en Él y seguir tomando decisiones que nos esclavizan al pecado. La buena noticia es que la oferta de libertad del Señor siempre está disponible, sin importar cuán lejos nos hayamos desviado. Solo necesitamos ir en dirección al Padre. El arrepentimiento siempre es el camino hacia una libertad plena.
¿De qué manera podría dar un giro en la dirección del Señor Jesús en este momento de su vida? Pídale al Espíritu Santo que le indique cualquier cosa que se interponga en el camino de su libertad en Cristo. Y lo que sea que Él le muestre, confiéselo y pídale que le ayude a andar en arrepentimiento.
gloria a Cristo que este llegando a tu vida a través de nuestros mensajes