Jeremías 29:13
y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
Dios les bendiga amados hermanos en la fe y amigos que nos siguen.
El texto de hoy nos pone a reflexionar profundamente en nuestro ser, Dios deja claro que para hallarlo hay que buscarlo de todo corazón, esto nos muestra que muchos hermanos en la fe no buscan a Dios de la forma correcta, muchas veces venimos a Dios por una necesidad, un quebranto de salud, pero solamente queremos que nos resuelva nuestra petición pero no estamos dispuestos a buscarle y seguirle como un verdadero discípulo de Cristo, la escritura nos muestra muchos ejemplos de esto, personas que llegaron a Jesús en búsqueda de algo y cuando el Señor les da claridad que deben dar mucho más que lo que han dado estos regresan y no le siguen, el joven rico es una de estas historias, Mateo 19:21-22 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22 oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones, una vez que el Señor le muestra su realidad y lo que en realidad debe soltar para poder acceder a la salvación este joven se va triste porque amaba más al mundo que a Dios.
Hoy por hoy vemos el mismo panorama, personas que piensan que Cristo es un Dios que está ahí solo para solucionar sus problemas y no demanda nada, quieren seguir con sus vidas normales sin entregar nada, sin someterse a Dios, sin entregar todo su corazón, por eso muchos se extravían de la fe, Dios a tales no los escucha, el texto de hoy es muy claro, es imposible hallarle si no vamos con un corazón arrepentido y sometido a Dios, recordemos que Dios conoce la intensión de los corazones. Jeremías 17:10: “Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras“. Amen gloria a Cristo.
Hermanos Dios busca discípulos comprometidos, aquellos que quieran que Cristo gobierne sus vidas por medio de la obra maravillosa del Espíritu Santo, no hay cabida para dudarlo, debemos entregar el control al Espíritu de Dios, no podemos enfrentar las adversidades de la vida solos, pero tampoco podemos pretender vivir una vida separada de Dios y solo acudir a Él cuándo tenemos un problema. Dios busca adoradores, pero no cualquiera Juan 4:23-24 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
El mismo señor Jesús nos da ejemplo de esto, durante su ministerio siempre dependía del Padre, tomaba tiempo a solas para buscarle, dejaba con claridad contundente que Él estaba haciendo la voluntad quien le envió y la suya estaba totalmente sometida al Padre. Lucas 22:41-42 41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya, ahora es necesario dejar calidad de este versículo en que no es que Cristo no quisiera completar el plan de salvación y la obra redentora, lo que deja claro es que el aun siendo Dios somete su voluntad totalmente al Padre que es superior a Él, dejando una enseñanza muy clara sin dudas para nosotros los creyentes, es mas recuerde que en muchas ocasiones el señor Jesús decía “Padre se que me escuchas” Juan 11:41-42 41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
¿Usted quiere tener la garantía que Dios le escucha cuando clama a Él? Pues es el momento de seguir el ejemplo de Cristo, sometamos nuestra vida a Dios, apartándonos del pecado y dejando que el Espíritu Santo nos indique el camino a seguir, esto como resultado dará que cada vez que vallamos a Cristo lo haremos de todo corazón, amen gloria a Cristo.