Salmo 66:16-20
Venid, oíd todos los que teméis a Dios, Y contaré lo que ha hecho a mi alma.17 A él clamé con mi boca, Y fue exaltado con mi lengua. 18 si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. 19 Mas ciertamente me escuchó Dios; Atendió a la voz de mi súplica. 20 Bendito sea Dios, Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.
Buenas amados hermanos en la fe y amigos que nos leen, gracia y paz de nuestro señor Jesucristo sea con ustedes, hoy nuestro Dios nos regala un mensaje muy importante de aplicación diaria para nuestras vidas, el poder de la oración del justo.
El texto de hoy nos da una vista clara de cómo debemos ir a presentarnos delante de Dios en oración cada día, ciertamente el cristiano depende 100% de la oración como medio de comunión principal con Dios, toda la escritura nos enseña este principio básico para la vida del creyente, el mismo Señor enseño a orar a sus discípulos con una oración que es la base de nuestras oraciones la cual quedo registrada por Mateo 6:9-13 y Lucas 11:2-4, ambas nos dejan las bases principales para esta, sin embargo el texto de hoy nos da más claridad a un sobre este tema, el salmista va más profundo dejando claro que al ir a la presencia de Dios debemos ir con un corazón limpio y sobre todo alejados del pecado versículo 18 sí en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado, amen gloria a Cristo, siempre Dios va a revisar primero que hay en nuestro corazón y cual es nuestra conducta al ir a su presencia, note que el salmista agrega que si vamos en pecado nuestras oraciones serán en vano ya que Dios no las escuchará, esto es una realidad, muchas veces hemos tenido un momento malo y hemos cometido alguna falta, mala obra, mal pensamiento o inclusive un pecado, pero no vamos primero a Cristo a pedir que nos perdone, por el contrario vamos a orar para pedir por alguna situación personal obviando la acción anterior como si cada vez que cometemos una falta, el perdón es en automático y no es así, debemos ir a Cristo por su perdón, recordemos que es nuestro abogado delante del padre 1Juan 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
La misma escritura nos llama que debemos presentarnos aprobados delante de Dios 2Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. El apóstol es claro al ordenar que es sumamente importante presentarnos aprobados y el pecado nos desaprueba, pero cuando cada día nos levantamos con la firme convicción de cuidar nuestra vida y testimonio delante de Cristo, luchamos contra el pecado de forma eficaz con la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros, cada una de esas batallas diarias serán una victoria asegurada, recordemos que todos de una u otra forma somos pecadores y la escritura nos llama a luchar contra el pecado y arrepentirnos 1Juan 1:8-10 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Amen gloria a Dios
Amado hermano y amigo que nos leen, no podemos evitar que el enemigo nos ataque, somos su objetivo una vez apartamos nuestra vida del mundo y la entregamos a Cristo, pero no estamos solos en esta batalla, el Padre envió al Espíritu Santo a morar en nosotros para así ayudarnos a resistir al diablo y sin duda huira Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Amen.
El salmista da un parte de victoria para aquellos que se acercan a Dios en oración apartados de la iniquidad versículos 19-20 19 Mas ciertamente me escuchó Dios; Atendió a la voz de mi súplica. 20 Bendito sea Dios, Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia. ¡Amen aleluya! Cristo nos escucha, atiende nuestra suplica y no se hace esperar para darnos su respuesta, amen Dios les bendiga.