Romanos 3:9-12
¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 10 como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 no hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Buenas mis amados hermanos en la fe y amigos que nos leen, gracia y paz de nuestro Dios, hoy Cristo nos regala una enseñanza maravillosa la cual se centra en cual es el verdadero sentir del ser humano caído en el Edén.
El texto de hoy es como una radiografía de la humanidad, si asi mismo es, los estudios radiológicos permiten a los médicos ver cosas que no estan visibles en sus pacientes, tales como lesiones en los huesos y deformaciones por mencionar algunos, pero gracias a los rayos X podemos ver mas allá, asi mismo es la palabra de Dios revelada por el Espíritu Santo, esta nos muestra la verdad que esta oculta y es imposible de ver con nuestros ojos.
El pecado en el Edén nos cambió por completo la forma de relacionarnos con Dios, mientras Adán hablaba libremente con Dios, sabia y entendía quien era Dios, apartir de sus hijos todos los seres humanos desconocemos a Dios por completo, el apóstol Pablo nos da claridad en el texto de estudio de hoy, note claramente las siguientes palabras claves: “no hay justos”, “no hay quien entienda”, “no hay quien busque a Dios”; asi mismo nos muestra el resultado de tal conducta, versículo 12 todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Amen gloria a Cristo.
Una vez el pecado corrompió la naturaleza del hombre este perdió el rumbo de su vida, su entendimiento de Dios quedo nulo, como si hubiera desaparecido, por lo cual no le busca, carece de justicia y de bondad, mire que la escritura es tajante y contundente “no hay ni si quiera uno bueno”, esto es terriblemente una realidad triste.
Afortunadamente Dios en su infinita misericordia trazo un plan maravilloso de redención para el ser humano basado en la gracia ese favor inmerecido que recibimos una vez creemos en el Cordero, Jesucristo el unigénito hijo de Dios Padre y su evangelio, pero esto tiene un camino difícil de recorrer para el ser humano ya que el evangelio nos da una radiografía total de nuestro ser espiritual revelando que no somos autosuficientes, que somos pecadores, no somos personas buenas basados en la justicia de Dios y requerimos la ayuda urgente de Cristo para restablecer el canal de comunicación y acceder a la eternidad con Dios.
Es necesario que el ser humano sea iluminado por el Espíritu Santo para que pueda entender su realidad, por mas que prediquemos el evangelio si no Dios no pone el sentir, la naturaleza caída hará lo suyo, ¿por qué? El texto lo dice: ya que no hay quien entienda…no hay quien busque a Dios, no hay justos, todos se desviaron. Romanos 3:14-18 su boca está llena de maldición y amargura, sus pies se apresuran para derramar sangre; 16 quebranto y desventura hay en sus caminos; 17 y no conocieron camino de paz. 18 no hay temor de Dios delante de sus ojos, es terrible el resultado que muestran los rayos X de nuestro ser, es como si tuviéramos una enfermedad incurable con el peor diagnostico posible y con poco tiempo de vida.
Amado hermano y amigo que nos leen, este diagnostico que nos revela el libro de Romanos no es definitivo si usted entrega su vida a Cristo, solo El puede revertir las consecuencias del pecado en nuestras vidas, para restablecernos al modelo original que Dios creo, reestableciendo el acceso al Dios Padre y añadiéndonos a su familia Efesios 2:18-19 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. 19 así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.
Ahora es nuestra decisión si queremos pertenecer a la familia de Dios o a la del mundo que está gobernado por el enemigo, recuerde es ahora en vida que usted debe tomar esta decisión, por que una vez partimos de este mundo, nuestro destino en la eternidad estará sellado en ese mismo instante, por lo cual esteremos en la eternidad con Dios o muy lejos separados en el sufrimiento eterno o como la escritura lo llama “la muerte segunda”, amen Cristo le ama.