1Juan 1:8-10
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. sí confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Buenas amados hermanos y amigos que nos leen, sea nuestro señor Jesucristo añadiendo bendiciones a sus vidas.
Hoy nuestro Dios nos regala una porción de su palabra con un mensaje importante y fundamental para nuestras vidas, ser libres del pecado.
Ciertamente el diablo ha engañado a muchos seres humanos haciéndoles creer que son libres de pecado ya que ellos tienen una conducta social correcta, esto en realidad ha hecho mucho daño a la humanidad, por que muchos han creído esta mentira y han vivido sus vidas forjando principios y valores por lo que dicta la sociedad mas no por lo que enseña la escritura.
Pero Dios en su palabra nos da una claridad precisa y real, “todos somos pecadores” y por tal necesitamos ir a Cristo, ya que sin El estamos perdidos espiritualmente. La sociedad nos va a alejar cada día mas de Dios sin duda alguna, esto a razón que sus doctrinas estan lejos de la voluntad de Dios y en realidad vivimos engañados creyendo que somos buenos versículo 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Vivimos en una mentira social en la cual si cumplimos con el estándar social somos etiquetados como buenos. No somos para nada diferentes a ese joven rico que se acercó al Señor convencido de esta mentira que el diablo le había hecho creer durante toda su vida, ya que él había guardado el estándar y asi tenia ganada la vida eterna Lucas 18:18-23 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo Dios. 20 los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. 21 él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 23 entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
Hoy de la misma manera hay muchos seres humanos engañados como este joven, creen que por cumplir con la sociedad ya tienen el cielo ganado para sus vidas, pero afortunadamente el pasaje de hoy nos da una solución maravillosa para esta dura verdad versículo 9 sí confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Amen gloria a Cristo. Solamente al ir a Cristo podemos cambiar la historia, lea detenidamente que el joven rico se puso triste cuando el Señor le indico que debía seguirle una vez que hiciera lo que le faltaba hacer, no era más que aceptar que el no calificaba como una persona que mereciera el cielo por mas cosas buenas que había guardado en su vida por que aun le faltaba lo mas importante ir a Cristo.
La invitación que Dios nos hace hoy es a que aceptemos que en nuestra vida hay conductas que Dios considera pecado y debemos confesarlas a Cristo y Él nos hará libre de las mismas, solo el derramamiento de su sangre en la cruz puede limpiarnos, seguido de una vida dirigida por la persona del Espíritu Santo, no seremos perfectos, pero sin duda alguna tendremos la capacidad de enfrentar los momentos de pruebas y pecados de la mejor forma y reflejar una vida que agrade a Dios. Amen gloria a Cristo.