LUCAS 2:8-11
Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9 y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor, pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Buenas amados hermanos en la fe y amigos que nos leen, Dios les bendiga, hoy el Señor nos regala un importante recordatorio de algo que normalmente pasamos por desapercibido y damos poca importancia dentro de la iglesia, su nacimiento como ser humano.
Imagínese entre los pastores en aquella primera noche del nacimiento del Mesías. Observe la oscuridad, sienta el aire fresco de la noche e imagínese el olor de las ovejas. De repente, los cielos se abren con la noticia más extraordinaria. ¿Cómo se habría sentido?
Observemos como las escrituras nos revelan el nacimiento de Cristo y demuestran el impacto personal del amor de nuestro Señor.
El texto de estudio de hoy nos muestra que cuando un ángel se apareció de repente a unos pastores estos se asustaron mucho versículo 9 … y tuvieron gran temor… Pero el ángel les trajo un mensaje maravilloso, “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.
Los creyentes somos bendecidos más allá de toda medida porque comprendemos, a través de nuestra experiencia personal, por qué el mensaje era de “gran gozo”.
Pero ¿cuántas personas hoy en día no tienen idea de esta alegría? No es necesario saberlo todo acerca de Dios para llegar a la fe. De hecho, nuestras mentes finitas nunca alcanzarán el conocimiento total de Él, pero es nuestra responsabilidad seguir aprendiendo y creciendo en el conocerle.
Cuando somos salvos es lo más normal no entender mucho acerca del Señor Jesús, pero no es necesario, lo importante en ese momento es saber que somos pecadores y necesitamos su perdón. Entender que Cristo murió por nuestros pecados y que, si creemos en Él y nos entregamos a Él, Él nos salvara, si usted lo hace tenga la plena seguridad que así será y este es el conocimiento básico inicial que todo creyente debe tener.
Cuando el ángel anunció el nacimiento a los pastores en el campo, utilizó tres títulos para referirse a Jesús, y estas palabras indican características suyas que son esenciales para nuestra fe, Salvador, Cristo y Señor. ¿Qué significan realmente estas importantes palabras?
SALVADOR: Jesucristo es llamado Salvador porque vino a rescatarnos del castigo por nuestros pecados, que es la condenación y el castigo eterno.
Dios Padre decidió salvarnos de esta condición sin esperanza al enviar a su Hijo unigénito al mundo para que naciera de una virgen. Cristo llevó una vida sin pecar y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nuestros pecados al morir en la cruz.
Colosenses 1:13-14. el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Por tanto, el señor Jesús es verdaderamente nuestro Salvador.
CRISTO: Jesús también es el Cristo, que significa el ungido o Mesías.
Dios prometió enviar a Israel un Mesías que sería su libertador y rey. Esto le fue anunciado a María por un ángel Lucas 1:31-33 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Este bebé acabado de nacer en un pesebre, estaba destinado a convertirse en el Cristo, Rey de reyes y Señor de señores.
SEÑOR: El término Señor enfatiza la deidad de Jesús.
Él confirmó su igualdad con Dios Padre, muchas veces, pero hay dos declaraciones muy contundentes en, Juan 8:19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; Juan 10:30 Yo y el Padre uno somos.
El reconocimiento de Jesús como Señor es un requisito para la salvación, Romanos 10:9 si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Entonces, ¿entendemos todo acerca de Dios? Por supuesto que no. Pero estos tres nombres, Salvador, Cristo y Señor, nos dicen lo que necesitamos saber, tal como les dijeron a los pastores en el campo quién acababa de nacer.
Cuando llegamos a Jesús como Salvador, Cristo y Señor, comenzamos un viaje para conocer a Dios y entenderlo como un Padre amoroso que ha imaginado una vida extraordinaria de paz, provisión y alegría para sus hijos.
Por estos días es un tiempo especial para alabar y dar gracias a Dios por nuestra salvación. Él nos ha comunicado con amor su verdad.
Espero que ore por oportunidades en esta temporada para compartir las buenas nuevas recuerde que es una ordenanza de Dios Marcos 16:15 Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura, para que todos los que desean el perdón de Dios puedan encontrarlo en el único lugar donde está disponible, con Jesucristo.
Recordar lo que ocurrió en Belén aquella primera noche sigue siendo hoy para nosotros una revelación tan grande como lo fue entonces, el amor de Dios ha venido a nosotros, permanece con nosotros y nos salva, recuerde que Cristo siempre estará con usted y para usted.
La humanidad ha sido testigo de muchos acontecimientos importantes, pero solo hay tres acontecimientos que realmente son impactantes para la nosotros, ya que cambian nuestro destino eterno, el nacimiento, muerte y resurrección de Jesucristo el Unigénito hijo de Dios. Amen gloria a Cristo.
