Juan 8:10-11
Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11 ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Buenas amados hermanos en la fe y amigos que nos leen, nuestro Dios y padre del Cordero Jesucristo les bendiga, hoy Dios nos regala una enseñanza muy importante para considerar y es la lucha para alejarnos del pecado.
Los versículos que estamos estudiando nos muestran el desenlace de una situación muy difícil, como siempre sabemos que debemos leer el pasaje completo para poder entender el mensaje de forma adecuada, ahora analizamos de forma detenida podemos ver que en primera instancia el Señor no presta atención a las acusaciones que presentaron los escribas y fariseos, debido a que el conocía la intención de estos, la cual estaba lejos de hacer justicia o aplicar la ley de forma correcta versículo 6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Desafortunadamente para estos hombres el Señor se endereza y responde de la manera que jamás ellos podrían imaginarse, su acusación se devuelve de forma directa a cada uno de ellos, versículo 7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. Tremenda respuesta gloria a Cristo.
La administración de justicia es una tarea extremadamente difícil, Dios entrega a Moisés la ley para que el pueblo tuviera un patrón de conducta que lo separara de las demás naciones, pero por desgracia los sacerdotes y lideres religiosos perdieron el norte a la hora de aplicarla al pueblo, tomaron la ley como una herramienta para general poderío para ellos mismos, haciendo de esta una carga imposible de llevar por la nación.
Pero Cristo en su infinita sabiduría aprovecha la ocasión para dar una lesión que ninguno olvidaría en su vida, ya que sus mismas conciencias se encargaron de retirarlos de su presencia uno por uno versículo 9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Todos los seres humanos hemos sido provistos por Dios con una conciencia en la cual esta escrito el bien y el mal, no necesitamos una ley escrita para saber que el lo bueno y lo malo. La escritura nos muestra varios hombres que vivieron antes de la ley y sus conciencias los llevaron a vivir una vida que agradaba a Dios, Abel, Enoc, Noe y José son prueba de ello.
Pero a causa de la naturaleza caída del hombre la mayoría necesitamos que el mismo Dios por medio de nuestra conciencia nos haga ver el camino correcto, siendo esto el eje principal de este mensaje en los dos versículos finales, al preguntarle el Señor por sus acusadores ella dijo que ninguno estaba, pero Cristo tenía una última cosa que decirle a ella: aun que eres culpable y yo pudo juzgarte y condenarte, no lo hare, pero NO PEQUES MAS, gloria a Cristo, no es que estemos libres de pecado, 1 Juan 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros, es que el cristiano debe entender que debemos alejarnos cada día de cualquier pecado o actitud que nos puede llevar al mismo, esa es la gran diferencia que hay entre nosotros y los gentiles, quienes pecan de forma deliberada y consciente, pero nosotros no.
Hoy Cristo quiere que todos hagamos lo mismo, alejarlos del pecado, luchar con todas nuestras fuerzas con su la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros, quien nos ayuda a identificar esa áreas las cuales a un no le hemos entregado, recuerde que José huyó corriendo una vez que la mujer de Potifar se desnudó frete de él, por que sabia que la carne podría jugarle un mal momento llevándolo al pecado, se alejó lo más rápido posible, de la misma forma debemos de luchar y en lo posible NO PECAR MAS. Amen gloria a Cristo.