TRES CIMIENTOS DEL CREYENTE

1 Corintios 13:13

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Dios les bendiga hermanos en la fe y amigos que nos leen, Dios es maravilloso y su misericordia llena el universo.

Hoy Dios nos habla de tres pilares o cimientos que debemos tener los creyentes, la fe, esperanza y el amor; el apóstol Pablo lo había aprendido por cuenta propia, recordemos que él fue un judío que persiguió a los primeros cristianos y no fue hasta que el mismo Señor Jesús se le apareció en el camino cuando su vida dio un cambio rotundo e inicio un crecimiento pero para esto tuvo que poner las bases o pilares y estos sin duda fueron.

Una vez que Dios decide llamarlo al ministerio y le quita la visión Pablo entiende que debe iniciar a andar por fe ya que no podía ver nada, debía confiar en las personas que estaban con el para guiarle y sobre todo seguir las instrucciones que Dios le dio. Hechos 9:6-9 Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, más sin ver a nadie. entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió. Que dura lección fue la primera que le toco a un Saulo de Tarso como era el nombre real del apóstol, Dios para llamar su atención y frenar su ímpetu le deja ciego y ahora debe andar por fe y no por vista como el mismo mas adelante escribiera a la iglesia 2Corintios 5:7 porque por fe andamos, no por vista.

No paso mucho tiempo cuando la segunda lección que Dios le da llega y es madurar en la esperanza, ahora Saulo tiene que orar al Cristo que se le apareció en el camino y el perseguía, pero el Señor le muestra una visión de como iba a recobrar la vista por medio de un cristiano de aquellos de los que él era su verdugo, ahora su única esperanza de ser sanado estaban fuera de su control y en manos de sus víctimas, que podría pasar por la mente de este hombre, Hechos 9:11-12  Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, 12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. De la misma forma en muchas ocasiones Dios nos lleva a situaciones donde Él es nuestra única esperanza con el fin de cimentar este pilar en nuestras vidas, la mas seguro es que no queramos pasar por los momentos difíciles, pero Dios tiene otro plan y es sustentarnos a través de estos para que comprendamos que nuestra esperanza está en Cristo.

Por último, vemos como inmediatamente Pablo inicia a desarrollar ese amor por la obra de Cristo y las almas, una vez recibe la vista está dispuesto a servir por amor a Dios. Hechos 9:18-22 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. 19 y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. 20 en seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que este era el Hijo de Dios. 21 y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es este el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes? 22 pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo.

La historia del apóstol Pablo es una muy hermosa y muchos ministros quisiéramos poder ser un instrumento para el evangelio tal como el lo fue, pero para eso debemos afirmar nuestras vidas en estos tres pilares o cimientos, mucho antes de hacer los viajes misioneros Pablo fue a Arabia para que el mismo Señor le afirmara y preparara, Gálatas 1:15-19 Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, 16 revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, 17 ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.18 después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; el resultado un gran ministro de Cristo que escribe y detalla cuales son los tres aspectos fundamentales en que debemos crecer, Fe, Esperanza y Amor. Amen gloria a Cristo.

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