Juan 14:21-24
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
La porción bíblica de hoy nos revela una de las enseñanzas más profundas que dio el señor Jesucristo durante su ministerio, “como manifestar que le amamos”; es muy común escuchar a las personas seculares o gentiles e incluso muchos que hoy asisten a una iglesia cristiana dicen amar a Cristo pero las evidencias de su vida, comportamiento social, familiar, sus frutos muestran que no guardan su palabra y mucho menos guardan sus mandamientos, ignorando lo que dice el verso 24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
Se engañan a ellos mismos, pero al momento de partir de este mundo se encuentran con la triste noticia de que la vida continua después de la muerte, el cielo no es su destino final, y lo peor que puede descubrir el ser humano que el infierno es su lugar de destino y posterior el lago de fuego por la eternidad.
Es una triste realidad que ocurre tanto en el gentil como en los que se autodenominan de Cristo, hoy en día vemos iglesias cristianas llenas de muchos creyentes que no quieren pagar el precio, no guardan los mandamientos de Dios y no estamos hablando de los 10 mandamiento de Éxodo 20, el señor Jesús se esta refiriendo a toda la doctrina que el impartió durante sus 3 años de ministerio y las enseñanzas posteriores escritas en los demás libros del nuevo testamento verso 23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará… si vemos SU PALABRA y su palabra es toda la escritura desde el Genesis hasta el Apocalipsis. 2Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
Témenos que madurar en la fe cristiana, el acceso al cielo es a través de la gracias de Dios que es un regalo inmerecido por el ser humano, solo podemos tenerlo por medio de la persona de Jesucristo el unigénito Hijo de Dios y nuestro Salvador personal; de nada nos vale creer que podemos hacer algo desde nuestras fuerzas para conseguirlo, el que creamos que por ser buenos ciudadanos y personas de bien (que no tiene nada de malo, por el contrario estamos llamados a ser buenas personas) esto nos hace merecedores de la gracia, recordemos que la salvación no es por obras como lo enseña Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Aleluya.
Nada podemos hacer mas que amar a Dios y dar frutos de justicia, esto como lo dice la escritura en el pasaje de hoy verso 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Amen gloria a Cristo.