Mateo 18:21-22
21Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
La falta de perdón es una piedra gigante en los zapatos de muchos, el pasaje de hoy nos da una hermosa enseñanza, cualquiera que sea la ofensa que hallamos recibido debemos tener un corazón dado al perdón.
Es necesario curar la iglesia de este mal que ataña a muchas congregaciones, tristemente dentro del mismo pueblo de Dios hay enemistades y falta de perdón; estamos llamados a tener una relación sana con todos los seres humanos, más aun con el cuerpo de Cristo, debemos agotar todas las vías para sanar la heridas y restablecer el vínculo con nuestros hermanos, mire como el mismo señor Jesús da la ruta clara para intentar la reconciliación entre los hermanos, versículos 15-17 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. Menciona tres etapas, ahora agotadas las tres, este seria el momento para considerar que no es subsanable la ofensa y la relación estaría totalmente dañada, pero no seria por usted seria por aquella persona que no quiere perdonar y eso lo envía directamente al mundo nuevamente ya que el Señor nos insta a considerar a aquellos como gentiles y publicanos versículo 17.
Consideremos que es a causa del perdón que Dios nos otorga por medio de su hijo Jesucristo que podemos acceder al regalo maravilloso de la salvación por la gracia, así como Cristo en la Cruz nos perdona y reconcilia con el Padre sin condición alguna, nos da un perdón limpio y puro sin explicaciones, es más Dios olvida nuestro pecados de forma instantánea al darnos su perdón, Isaías 43:25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
¿Si Dios olvida nuestros pecados que impedimento hay en nuestros corazones para olvidar las ofensas en contra nuestra? Recordemos que la humanidad ha estado ofendiendo a Dios todo el tiempo, a un a su hijo el Cristo lo asesinaron en una cruz y nada de esto ha detenido a Dios para otorga el perdón a todos aquellos que llegan a Cristo en búsqueda de misericordia y salvación para sus vidas.
No lo pienses más, la falta de perdón hace más daño al ofendido que al ofensor, pídele a Cristo que te dé un corazón como el suyo, limpio y dispuesto a perdonar siempre Amen gloria a Cristo.