Salmo 18:25-26
Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro. Limpio te mostrarás para con el limpio, y severo serás para con el perverso.
¿Como esta nuestro testimonio delante de Dios?, es una pregunta que cada día debemos hacernos como autoevaluación de nuestra vida en Cristo.
El salmo 18 fue escrito por el rey David como acción de gracias a Dios por su mano de poder que lo libro del rey Saul quien lo quería asesinar, pero es interesante repasar algunos detalles que nos revela el salmo para ver como David obtuvo esa victoria sobre sus enemigos.
Lo primeros que debemos observar que en ese momento David pasaba por angustias, miedo causado por la situación que le apremiaba versículo 6 En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. Cuando las situaciones nos agobian es normal sentir miedo, angustia ya que somos seres humanos llenos de emociones y sentimientos; pero lo realmente impactante es ver como la mano de Dios no demoro y fue en su rescate, versículos 16-17 Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas. 17 me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo. Maravilloso es nuestro Dios, David clamo y Dios le rescata y no es que a esa edad David fuera el gran rey de Israel, apenas era un joven pastor de ovejas, la respuesta está en los versículos 20-21 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. Porque yo he guardado los caminos de Jehová, y no me aparté impíamente de mi Dios. Aleluya, aunque apenas era un joven desde esos días David ya era un hombre justo y recto delante de Dios, su testimonio hablo por el mismo una vez que clamo al Señor cuando Saul le perseguía.
Nuestro testimonio es nuestra bandera nuestra punta de lanza contra el enemigo, de la misma forma que Dios libro a David de sus enemigos por ser un hombre de buen testimonio, así mismo lo hace hoy en día con todos aquellos que guardamos nuestra vida en Cristo sin duda alguna. El es el buen pastor que cuida sus ovejas, pero para ser sus ovejas debemos escuchar su voz y seguirle Juan 10:27-28 mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Si somos sus ovejas podemos caminar tranquilos por el mundo, aun mas cuando los momentos difíciles nos agobien debemos confiar igual que David confió en Dios y lo afirmo en el resto del salmo con adoración y acción de gracias a Dios versículos 46-48 Viva Jehová, y bendita sea mi roca, y enaltecido sea el Dios de mi salvación; 47 el Dios que venga mis agravios, y somete pueblos debajo de mí; 48 el que me libra de mis enemigos, y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí; me libraste de varón violento.
Cada día forjemos un buen testimonio delante de Cristo a través de la obra maravillosa del Espíritu Santo en nuestras vidas, Él está dentro de su iglesia dispuesto a conformarnos cada día a la imagen de Cristo. Amen gloria a Dios.