LA OBEDIENCIA A CRISTO

Lucas 5:4-6

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.

Es muy normal en el ser humano dejarse llevar por sus conocimientos y experiencias personales a lo largo de su vida y mas a un cuando estas son el área que en nuestro criterio creemos que es de nuestro dominio y conocimiento completo, el pasaje de hoy es una gran muestra de este gran error, Pedro y sus compañeros lo vivieron en carne propia. Estos hombres habían pasado toda la noche intentando pescar pero los resultados habían sido negativos, ahora cuando un hombre que el no conocía y no relacionaba con el arte de la pesca, le insiste a ir en contra de sus criterios profesionales vemos que un poco de duda llega a su mente pero de una u otra forma obedece y los resultados fueron sorprendentes.

Hoy en día es igual, la obediencia a Cristo rompe todos los principios y preceptos humanos estos pescadores experimentados nunca habían alcanzado una pesca de tal dimensiones que sus redes se rompieran verso 6 “… encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía” ahora que hizo que Pedro obedeciera a este hombre sin conocimientos en la pesca?, claramente fue lo sorprendido que había quedado con las enseñanzas del Señor, recordemos que antes de esto el señor Jesús le pidió su barca para poder dirigirse a la multitud, estuvo un tiempo enseñando como de costumbre, esta enseñanzas llegaron al oído de Pedro y eso fue suficiente para que el entendiera que por muy contraria y fuera de toda lógica que parecía la orden del Señor había algo en el, que denotaba una autoridad superior sobre todo, nunca antes se había visto un maestro o profeta de tal magnitud, el mismo Pedro lo reconoce cuando lo llama maestro verso 5. “Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda…”

Al igual que estos hombres debemos comprender que sin la participación de Cristo en nuestras decisiones nunca vamos a obtener los resultados que rompan los esquemas, cuando Cristo dirija nuestras vidas los resultados impactaran a todos a nuestro alrededor.

Pedro en su vida como pescador había obtenido muchas faenas de pesca buenas, pero la gran diferencia la obtuvo cuando dejo que cristo dirigiera su vida, puso en practica la obediencia sobre todo precepto humano que el tenia; de esta misma forma hoy nosotros debemos dejar que sea el Señor quién dirija nuestras decisiones en todo los ámbitos de nuestras vidas, seamos como Pedro al ver el resultado de la obediencia al Señor no dudo en seguirlo una vez llegaron al a orilla, esta decisión marco su vida para siempre. Verso 11 “Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron”.

Ahora nos toca a nosotros ser esos Pedros que el Señor quiere dirigir, quiere direccionar en las sendas de justicia, por la sana doctrina y así mostrarnos su poder y misericordia para nosotros; solo falta que tomemos la decisión, que esperas? Amen gloria a Dios.

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