Lucas 23:32-38
Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo, el escogido de Dios. Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.
Una de las mayores expresiones de amor que el señor Jesús dio a la humanidad durante su ministerio fue esta declaración que nos regalan los evangelios ver. 34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. Cuanta verdad contiene esta declaración. Los seres humanos a través de nuestra historia nunca hemos sabido lo que hacemos, en términos espirituales estamos perdidos y separados de Dios, es muy común que las personas piensen que por su buena conducta moral la cual está trazada según sus principios y valores humanos sus consideraciones personales o lo que dicte una sociedad cualquiera, las cuales están en contravía a Cristo, ellos deberían ir al cielo una vez, partan de este mundo.
La palabra es clara en enseñarnos que una vez Adán y Eva pecaron, todos los seres humanos nacemos con una naturaleza pecaminosa y por ende apartados de Dios, por lo cual es necesario nacer de nuevo para poder reconciliarnos con Dios Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Es esta verdad espiritual la que la mayoría de las personas rechazan, muchos no rechazan la idea de que hay un ser superior un Dios, pero estos mismos se niegan a reconocer la necesidad de someterse a este mismo y seguir los principios bíblicos de vida que demanda por que estos mismos están en contravía de lo que sus conciencias les dictan.
El pasaje de hoy nos ilustra de esta conducta, hay estaba el mismo hijo de Dios colocando su vida para salvación de la humanidad, pero todos los presentes, autoridades y personas del común le rechazaron y le injuriaban. Ver 35 Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo, el escogido de Dios, a un le degradaron a la categoría de delincuente al crucificarlo con malhechores…sorprendente verdad.
Esta actitud del pueblo por esos días hoy sigue siendo la misma, ahí está el señor Jesús disponible 24 horas al día listo para cambiar las vidas de las personas, para trasladarnos a su reino venidero y sobre todas las cosas reconciliarnos con el Padre celestial, pero de esa misma forma que fue rechazado en su primera venida, hoy muchos están lejos, sus acciones y hechos lo demuestran, por más que digas y profeses que crees en Dios, si tu vida no refleja frutos de justicia, un arrepentimiento genuino no podrás acceder al cielo; recordemos que no merecemos la salvación, esta es un regalo de Dios a través del sacrificio de Cristo. Efesios 2:8-10 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Debemos dar frutos, “andar en buenas obras” nacer de nuevo es primordial para el ser humano, este nacimiento inicia cuando reconocemos nuestro pecado, nuestra incapacidad de hacer algo para alcanzar la salvación; es urgente que el hombre llegue a Cristo lo reconozca como su único salvador personal para que Dios lo acepte y lo traslade al reino de Cristo. Por el contrario estamos perdidos no sabemos dónde estamos ubicados espiritualmente en este universo, ciertamente Dios ama su creación, pero solo a través de su hijo es la única vía para que no vea el pecado que hay en nosotros, ya que la sangre preciosa de su hijo nos limpia, un día muy cercano nuestro salvador y señor Jesucristo nos presentara al padre como su novia y estaremos con Dios por la eternidad, es prioridad que reflexiones y pongas tu mirada en Jesús quien es el autor y consumador de la fe, el único mediador entre los seres humanos y Dios. Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. Amen el Señor te bendiga.