De la mano del Espíritu Santo

Jn 14.15-19

La promesa del Espíritu Santo

Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.

El ser humano por naturaleza no le gusta estar solo, siempre buscamos compañía para nuestro diario vivir, pero a veces por causa de las diferentes causas nos podemos encontrar solos o sentirnos abandonados, pero este no es el diseño que Dios trazo par el hombre, desde el inicio de nuestra existencia Dios creo al hombre con la necesidad de buscar compañía, en el edén cuando Adán estaba solo Dios creó una mujer para que el tuviera compañía.

Hoy en día en el trasfondo espiritual es igual, el hombre sin Cristo está solo y perdido en esta vida, pueda que tenga amigos, pero aun así espiritualmente estará solo y a la merced del enemigo, pero la iglesia no lo está, la lectura de hoy nos deja en firme que estamos bajo la mejor compañía y guía posible que pueda estar cualquier persona en este mundo el Espíritu Santo. El señor había estado guiando a los discípulos por un periodo de 3 años aproximadamente y con su partida inminente al cielo los discípulos pensaban que quedarían solos, por tal motivo les declara que el padre enviaría el consolador.

El espíritu santo es nuestra ayuda, día a día está con nosotros de forma permanente, tenemos el privilegio que una vez que aceptamos al señor en nuestras vidas de forma inmediata el padre envía lo envía a vivir en nuestro corazón, ¿qué privilegio verdad? Gloria a Cristo.

La misión del Espíritu Santo es diversa, pero fundamentalmente tal como lo dice el capítulo 14 de juan que estamos estudiando uno de sus objetivos principales es hacernos cada día parecidos a Cristo, nos enseñara y recordada todas las cosas versículo 26, nos llevara a toda verdad y nos convence de pecado, cada cosa que no se ajuste a Cristo en nuestra vida nos la hará saber y nos ayudara a que esa área sea entregada para crecimiento de nuestra vida espiritual Jn 16.13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Nunca estamos solos debemos tener certeza de esta verdad ¡Que compañero tenemos verdad aleluya!!

Ciertamente habrán días, momentos en el cual como cristianos podemos sentir que estamos solos y nuestras fuerzas flaquean ante la adversidad, pero debemos recordar esta promesa y confesarla, contamos con un compañero inseparable y que siempre estará ahí para nosotros todos los días hasta el fin, solamente es cuestión de fe y confianza que Dios tiene el control y una vez más el Espíritu Santo entrara en acciona a potenciar esa fue y a darnos las fuerzas necesarias durante estos momentos, esta es la razón principal por la cual vino para estar ahí para ayudarnos, nunca nos abandona, es nuestro compañero idóneo, adecuado y suficiente, no hay ninguna situación que nos pueda acontecer que quede fuera de su alcance, ninguna todas están bajo su control, sabe qué hacer en todo momento.

Nos ayuda a orar, el intercede por nosotros y nuestras oraciones son direccionas al padre a traes de señor Jesús, nos capacitara para presentar la verdad a otros y así cumplir la gran comisión dada por el señor Jesús.

Ahora debemos dejar que el Espíritu Santo haga la obra en nuestra vida, no podemos resurtirlo él no nos obligara él nos acerca a Cristo con cuerdas de amor. Nos fortalece desde el interior cada día, nos da las fuerzas para continuar la carrera de la vida eterna, nos da los dones necesarios según su voluntad para la obra, todas las herramientas que necesitamos él nos las provee el conoce nuestro corazón y sabe que darnos y donde necesitamos su ayuda.

El enemigo intentara derrotarnos haciéndonos creer que estamos solos, pero recordemos que estamos sellados con el Espíritu Santo y estas son nuestras arras Ef 1.13-14 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. Y este sello nadie lo puede romper.

Todos tenemos días difíciles, pero reflexionemos en esta verdad que la palabra nos revela hoy, somos templo del Espíritu Santo y él nos consuela en estos momentos, nos capacita para producir los frutos que Dios espera de nosotros.

No estamos solos, el consolador vive en nuestras vidas y es nuestro compañero hasta el fin no lo olvidemos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *